Drogas y música, ¿cuándo empezó esta relación?

Berto Gallego - 2017-11-04 16:23:00

La música y las drogas llevan unidas desde hace décadas. Los ejemplos son infinitos. Iconos de todas las décadas y todos los estilos a los que hemos visto consumirse poco a poco por un consumo excesivo, incluso fallecer sin haber podido vencer a su adicción. Hoy echamos la vista atrás para ver el origen de esta relación que tanta literatura ha creado, pero que tan cruel y devastadora ha sido. 

 

Los años 50 como origen de todo

El lema "sexo, drogas y rock and roll" no es una frase hecha sin más, refleja la realidad de una época, los años 50, en la que en los Estados Unidos, superada la Segunda Gerra Mundial, la juventud estaba deseosa de vivir nuevas y emocionantes experiencias. El rock fue la respuesta natural al sentir del pueblo y el alcohol la droga más consumida en aquellos años. 

Años después llegaría el movimiento hippie, The Beatles y John Lennon para abrir nuevos mundos a unos jóvenes que sentían de una manera diferente. El rastafarismo también se abrió un hueco en aquellos años. La marihuana y el LSD fueron las dorgas de moda en esos años. 

Los 70 y los 80 fueron los años de la heroína, una droga que devastó familias y vidas por doquier en nuestro país. El punk de The Clash o Pink Floyd son ejemplos de la música más escuchada en esos años. 

En los años 90 se impone definitivamente la música electrónica, y con ella la necesidad de drogas más estimulantes como el éxtasis o la cocaína. 

Los grandes iconos consumidos por las drogas

Como decíamos antes, los ejemplos son infinitos. Desde el mismo Elvis Presley, rey del rock, al que vimos apagarse poco a poco, hasta Kurt Cobain -adicto a la heroína- Jimmy Hendrix -adicto a las drogas y el alcohol- o Michael Jackson. 

El ejemplo más reciente es el de Amy Winehouse, que murió de sobredosis con solo 27 años. Posiblemente el gran talento musical de su generación no pudo con las drogas y nos dejó huérfanos en el año 2011. 

En nuestro país también hay multitud de ejemplo de artistas que han perecido a causa de las drogas o han admitido tener un problema con ellas: Joaquín Sabina, Mecano o Antonio Flores son algunos ejemplos.

Esta es la triste historia de las drogas y la música. Dos mundos que se atraen y que, por desgracia, nos han privado de algunos de los mejores músicos de las últimas décadas.