Pamela Courson, ¿la novia de Jim Morrison?
Pamela Courson fue, en palabras del propio Jim Morrison: "su alma gemela, su amor cósmico". La mujer que le inspiró una infinidad de poemas y de canciones ("Love Street", "Blue Sunday", "Twentieth Century Fox"...). Su amor fue la salvación y perdición de ambos. Su relación el motor creativo de sus vidas ¿sabes quién es la L.A. Woman de la canción y el álbum de los Doors? Efectivamente, Pamela Courson.
Pamela Courson, la chica de canela, la mujer de L.A.
Pamela Courson no solo inspiró canciones de los Doors y poemas de Jim Morrison, también es la chica de canela de la que trata "Cinnamon Girl" de Neil Young. Pamela Courson conoció a Jim cuando ella tenía 19 años, Morrison tenía 22. Desde pequeña demostró ser un ser salvaje, independiente y tremendamente inteligente. Se marchó a Los Ángeles para estudiar arte, Pamela Courson encerraba en su personalidad toda la esencia hippie de los años 60. Una hedonista de pelo rojo fuego que llamó poderosamente la atención del Rey Lagarto Morrison. Ambos tuvieron muchísimos amantes pero siempre acababan volviendo el uno junto al otro.
Pamela Courson y Jim Morrison eran tan parecidos que estaban condenados a chocar constantemente. Ambos se encontraban en una inestabilidad emocional perpetua que se agravaba por la adicción a la heroína de ella y el alcoholismo de él. Pamela exigía a Morrison que dejase a los Doors y se centrase en su carrera poética y aquello provocó que Jim se marchara a París en 1971, donde en julio de ese mismo año moriría en extrañas circustancias.
La muerte de Pamela Courson, tragedias que no vienen solas
Pamela Courson fue una de las señaladas, la rumorología fue especialmente dura con ella, como una de las culpables de la muerte de Morrison. Cuenta la leyenda que un ex-amante de Pamela, el aristócrata Jean de Breteuil, le pasó heroína muy pura a Jim Morrison y que eso pudo desembocar en una sobredosis letal pero como no hubo autopsia todo son especulaciones. En todo caso, Breteuil, Pamela y un médico amigo de ella fueron las únicas personas que vieron el cadáver de Morrison. Sea como fuere, Pamela Courson era la heredera universal de todo lo que tenía Morrison y eso fue el desencadenante de las malas lenguas. Pamela no tardaría en unirse a su amado Morrison. En 1974, con una Pamela totalmente inmersa en una espiral autodestructiva sin fondo, moría de una sobredosis. Ella también tenía 27 años.
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