Miley Cyrus, arrepentida de su lado más rebelde

La personalidad y la imagen pública de Miley Cyrus han dado en los últimos años más vueltas que una noria. De la "niña buena" que conocimos en Hannah Montana pasó a mostrarse como una rebelde sin causa, que protagonizaba en los conciertos escenas de lo más rocambolescas. Ahora, en una situación personal muy estable junt a su pareja Liam Hemsworth, parece haber dejado atrás esa actitud. Eso es, al menos, lo que desprenden sus últimas declaraciones y el single que presentó recientemente. 

Miley Cyrus, arrepentida

Miley Cyrus ha desvelado por fin las incógnitas que pendían sobre ella. Las razones que le llevaron a mostrarse tan diferente unas y otras veces. Lo contó en el programa de radio Zach Song Show, en el que incluso admitió estar arrepentida de haber grabado determinados vídeos y haber mostrado en público ciertas actitudes. 

Una infancia diferente

Miley Cyrus vivió una infancia muy distinta a cualquier otra niña. Toda su adolescencia la pasó en un set de grabación, entre las 11 de la mañana y las 6 de la tarde. Un experiencia que, además, compartía con su padre, también miembro de la serie, y su abuela, que la acompañaba en los rodajes. 

Obviamente es algo que le ha deparado cosas positivas, pero también le hizo perderse otras propias de su edad. "Siempre estuve muy vigilida, nunca hice pellas, es decir, trabajaba con mi padre. Creo que pasé demasiado tiempo con ellos en mi adolescencia y en cuanto pude traté de liberarme". Por eso, asegura, "hice twerking en mi concierto con Juicy J". 

Así es como la dulce Miley Cyrus que todos conocíamos se convirtió en la joven atrevida, sin miedo a mostrarse y exhibir su cuerpo en el escenario, a crear polémicas una tras otra. Algo que, por lo que dice, ya ha terminado.